jueves, 15 de abril de 2010

Fragmento de "Días de Arenal" de Soledad Puértolas

En el brillo atemorizado de sus ojos se había reflejado ese momento en que el orden, el bienestar, la seguridad, se vienen abajo, y repentinamente se duda de todo lo que antes infundía fe, producía seguridad y adaptación. En un instante, por algo jamás previsto, un incidente desgraciado, las categorías más estables se hunden, desaparecen, y de la feliz inconsciencia y tranquilidad se pasa, sin transición, sin tiempo, al caos y al fracaso. Todo se convierte en amenaza de muerte.

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